La ley debe cambiar en lo relativo al impago de hipotecas

Recientemente han aparecido en diferentes medios de comunicación sentencias judiciales relacionadas con el impago de créditos hipotecarios. Mientras unas abogan por saldar la deuda con la devolución del inmueble adquirido, lo cierto es que las más de las veces las sentencias aplican el modelo actual, mediante el cual el deudor debe satisfacer el pago del crédito con bienes presentes o futuros, siempre y cuando el valor del citado inmueble no satisfaga la cantidad pendiente de pago.

Para traducirlo al idioma del común de los mortales: un ciudadan@ con problemas a la hora de pagar la hipoteca de su casa, además de perder el piso sigue debiendo al banco la diferencia entre el valor actual del inmueble y el precio por el que se tasó en el momento de la compra y que, seguramente, la entidad financiera que concedió el préstamo ayudó a inflar.

Esta situación hace que much@s vecin@s se enfrenten a un problema de descomunales dimensiones, ya que a la situación de deterioro económico que provoca los impagos, se une la pérdida de la vivienda y la deuda que queda pendiente. Algo cruel, sin duda.

Ante este problema, desde Izquierda Unida planteamos hace ya dos años, en los primeros meses de la incipiente y duradera crisis económica, la necesidad de modificar las leyes para dar soluciones a todos los colectivos afectados por los impagos. Por desgracia, durante este tiempo, la situación no ha hecho más que empeorar, y afecta ya a todo el espectro social, sin limitaciones.

Nuestra fue la iniciativa de llevar a la Asamblea de Madrid una proposición no de ley con el objetivo de poder paliar y corregir el adverso panorama que tienen los hipotecados. No es la solución al problema, pero humildemente pensamos que con las medidas que planteamos se pueden corregir las graves deficiencias del sistema y garantizar un futuro más equilibrado.

Para ello, IU, aboga por la modificación de cuantas normas sea preciso a fin de imposibilitar que, a consecuencia del impago de los créditos hipotecarios derivados de la adquisición de la vivienda habitual, el hipotecado deba responder con todos los bienes presentes y futuros en el caso de que, subastado el bien que garantiza el crédito, no se cubra el mismo. Además, debemos cambiar la óptica de cómo abordar el problema; debemos otorgarle y darle un carácter público al sobreendeudamiento. Por tanto, a través de la gestión pública podremos hacer que las medidas a adoptar sean coherentes y coordinadas.

Como he dicho antes, estas son propuestas planteadas por nuestra Organización y a las que se han sumado otras formaciones políticas. Por eso, entiendo que nadie debe arrogarse el mérito de su exposición pública, sino aunar esfuerzos para dar soluciones concretas a un problema cada vez más acuciante.